Capitulo VIII El castigo

*Narra Vanessa*

- Tremendo error – decimos Cristina y yo a la vez.

Entonces nos tiramos a las tres y empezamos a tirarles del pelo. Siento como toda la cafetería se pone alrededor nuestro, y empieza a gritar para animarnos. Me pongo encima de Wen, y Cristina encima de Layla. Ginger se ha ido corriendo... cobarde. Entonces le pego una cachetada y ella otra a mi. Entonces siento unas manos en mi cintura que me apartan de Wen. Por los gritos de Cristina, estoy segura de que Zayn la ha cogido. Miro hacia arriba y veo al chico rubio de ayer. El tal Niall, intentando parar a Rayman y el otro que estaba con Sheila... Liam creo que era, deteniendo a Parks.

Giro mi cabeza y me encuentro al chico de ojos azules. Louis. Si era Louis. Ole mi memoria. Cristina y yo nos separamos, y en ese momento aparece el director.

- Hofftman, White, Rayman, Parks. Ahora – y señala a su despacho.

Me llevo la mano a la mejilla, ya que me duele bastante, pero saco una sonrisa para que parezca que no me duele nada.

Llegamos al despacho del director. No hemos dicho una palabra en todo el camino. El director Halter se sienta en la silla.

- Hablad – ordena.

Las cuatro nos ponemos a gritar. Cada una contando nuestra historia. El director mira su reloj de bolsillo.

- Basta – nos dice. – Wendolyn, Layla, se que no habéis hecho nada malo. Así que venga a clase – les dice con una sonrisa.

Ellas sacan una sonrisa triunfadora y se van, dejándonos con el director, que en ese momento está escribiendo en su libreta el castigo para nosotras.

- Castigadas esta tarde después de clase.

- Si señor director – decimos las dos a la vez. Ya sabemos que no lo haremos cambiar de opinión.

- Venga, fuera de aquí.

Salimos de la oficina del director, y vamos a la cafetería. Buscamos a las chicas con la mirada, y las encontramos en una mesa comiendo con los chicos. Nos acercamos a ellos.

- ¿Y bien? - pregunta Anna.

- Castigadas.

- Lo sentimos mucho chicas – nos dice Claudia.

- No os vuestra culpa – le digo.

- Bueno, por lo menos no estaré sola en el castigo.

En ese momento pasa por nuestro lado Wen, y se para al ver a los chicos. Se muerde el labio. Se hecha el pelo para atrás y mira a Claudia con una sonrisa malvada. Coge su botella de agua y se la hecha por encima a ella misma. Entonces se pone a gritar.

- ¡La señorita Lopez me ha tirado agua encima!

- ¡¿Que?! ¡No es cierto! - dice Claudia levantándose.

- Señorita Malvaret – dice Wen a la profesora de historia que está pasando por nuestro lado.

Esta se saca la libreta y escribe algo en ella. Le da el papel a Claudia donde pone su castigo y se marcha, al igual que Wen, pero esta lo hace con una sonrisa triunfadora.

- Como la odio – murmuro.

- ¿Es así todos los días? - pregunta Harry.

- Todos y cada uno de ellos – dice Cristina.

*Narra Anna*

Después de que Wendolyn se tirara la comida encima a Claudia, me ruge el estómago, así que me levanto para ir a buscar un poco más de sopa.

- ¿Donde vas? - me pregunta Louis.

- A buscar sopa – le digo – Me he quedado con hambre.

- Te acompaño.

- Lou, Anna tiene dieciocho años. Creo que podrá ir a buscar un plato de sopa sin que le pase nada – le dice Zayn.

- Bueno vale.

Voy hasta la mesa, y hay muchísima cola, pero entonces uno de los chicos “populares” como les gusta que los llamen, me dice:

- Venga va pasa. Te dejamos ir delante.

- Gracias Adam.

- De nada Anna – pido la sopa, y cuando voy a pagarle a la cocinera, Adam me aparta la mano, y paga él – 

de nada hermanita.

- Nos vemos en casa Adam.

A pesar de juntarse con los chulos y engreídos del colegio, mi hermano siempre me ha tratado de igual a igual. Nunca me ha dejado sola en toda mi vida.

Llego a la mesa, pero justo en ese momento Ginger viene, y “sin querer” me empuja, lo que hace que se me caiga el plato de sopa y le manche todo el pelo a Harry. Me llevo la mano a la boca y me arrodillo al lado de Harry, el cual tiene los ojos como platos y los músculos tan tensados que hasta le tiemblan.

- Harry, yo lo siento mucho no quería tirarte la sopa a propósito. Fue sin querer me empujaron de verdad – me disculpo, mientras intento sacarle los fideos de sus rizos.

El me coge de la camiseta y me empotra en la pared. Veo como mis cuatro amigas y los chicos se acercan realmente asustados.

- ¡¿Eres imbécil?! - me grita Harry. – Mira como has dejado mis preciosos rizos. ¡Director Halter!

- ¿Que pasa señor Styles?

- La señorita Costa me ha tirado la sopa a la cabeza.

- Bueno... Hoy las cinco están buenas – dice el director entregándome el castigo y se va.

- Te juro que me las vas a pagar Anna – me dice Harry.

- ¿Harry? – Se oye una voz detrás de él que claramente es Vanessa.

- Dime preciosa.

- Esto si ha sido a propósito – entonces le estampa un trozo de pastel en toda la cara – Que nadie me vuelva a decir que tratas así a mis amigas.

Harry empieza a balbucear algo imposible de entender si se va de ella con los puños apretados y un paso muy rápido.

- Ves como podía pasar algo – le susurra Louis a Zayn con una sonrisa.

- Callate – dice él riendo – A sido pura casualidad.

- Gracias – le digo con una sonrisa a Vanessa.

- Un placer – me dice abrazándome.

- Mejor vamos a cambiarnos. Si tenemos que estar en el castigo, pongámonos algo más cómodo.

- Venga vamos. Hasta luego chicos – nos despedimos todas.

*Narra Vanessa*

Nos despedimos de los chicos y fuimos corriendo hasta nuestra habitación (Conjuntos) Nos pusimos cómodas para el castigo y bajamos a la sala de historia, que al acabar la clase era la aula de castigo. Bajamos corriendo, ya que nos quedan cinco minutos, y gracias a Dios llegamos justo cuando entra la profesora en clase.

- ¡Ya estamos aquí! - grita Cristina, y todas nos sentamos en las mesas.

- Bien, – empieza ha hablar la profesora – Estáis aquí, porque sois lo peor de todo el colegio entero. Porque no seguís las reglas. A demás os odio a todos y cada uno de vosotros. Ahora os quedareis aquí muy callados, ¿si? - dice la profesora como si fuéramos idiotas.

Entonces sale por la puerta, y nos deja solas. Es raro que no haya nadie castigado, ya que los populares siempre están en problemas. A los dos minutos ya me desespero así que empiezo ha hablar.

- Bueno chicas creo que deberíamos salir por la ventana – digo yo – Mirad he preparado este plan de escape – digo sacando un esquema.

- Vamos Vanessa quedémonos. Si hacemos algo mal lo tenemos que cumplir – me dice Sheila... Ella siempre siempre siempre sigue todas y cada una de las normas.

- Bueno vale.

En ese momento alguien toca al cristal de la ventana, y todas nos giramos, pudiendo ver al novio de Cristina y a sus amigos en la ventana.