Capitulo IV Cada uno en su mundo

*Narra Zayn*

Harry y Liam son de lo más idiota. Harry no me lo espera tanto, ya que solo quiere a la rubia para llevarsela a la cama, y creo que ella también va por ese camino. ¡Pero Liam! Apenas se a cruzado dos palabras con Sheila. Y se supone que Liam es el maduro del grupo.

- ¿Zayn? - me dice Cristina mientras pasa una mano por delante de mi cara.

- Si lo siento. Estaba pensando en...

- Que Liam y Sheila se comportan como dos imbéciles – me dice interrumpiéndome.

- ¿Como lo haces? Parece que me leas la mente – digo dándole un beso.

- Cuestión del destino.

- ¡Nando's! - se oye gritar a Niall y a Claudia.

- Esos dos están hecho el uno para el otro – me dice Cristina.

- Como nosotros – le digo y le doy un beso antes de entrar.

*Narra Niall*

Entramos en Nando's, y el camarero nos recibe con una gran sonrisa, ya que siempre venimos y somos unos de sus clientes más especiales.

- ¡Hola chicos! ¡Que sorpresa veros por aquí! - dice irónicamente.

- Hola Ryan – le dice Louis. – Yo quiero una hamburguesa.

- Otra – le pide Harry.

- Otra más – le dice Liam.

- Lo mismo – le dice Zayn.

- Yo quiero una ensalada – pide Vanessa.

- Yo también – dice Sheila.

- Y nosotras – dicen Cristina y Anna.

- Pues yo quiero dos hamburguesas con patatas fritas, tres batidos, dos de chocolate y otro de vainilla, una pizza de bacon familiar y....

- ¡Niall! - me gritan mis amigos.

- Vale – digo yo triste – Y ya está.

- ¿Y tu guapa? - le pregunta Ryan a Claudia.

- Tres hamburguesas, dos pizzas, una de bacon, y la otra de jamón y queso, una ensalada, un batido de fresa, un paquete de patatas fritas grande, patatas bravas, con mucho ketchup y mayonesa, un hot-dog y una botella de agua – dice Claudia.

Todos la miramos sorprendidos. ¡Ha pedido incluso más que yo! Cada vez me sorprende más esta chica. Me percato en que Ryan mira a Claudia alucinado, pero después va hacia la cocina, y a los diez minutos viene con todo lo que hemos pedido.

- Y esto es un especial – le dice Ryan a Vanessa mientras le tiende un papel donde pone su numero de teléfono.

*Narra Vanessa*

- Y esto es un especial – me dice Ryan mientras me tiende un papel donde claramente hay su número de teléfono.

La verdad es que el chico está muy bueno, y por no hablar que guapísimo. Tiene la piel pálida y los ojos negros. También tiene el pelo corto con un tupé parecido al de Zayn,

- Gracias – le digo dándole la mejor de mis sonrisas y hablándole en un tono seductor.

- Trae eso – me dice Harry. Me arrebata el papel con el número de Ryan de las manos y lo rompe en mil pedazos.

- ¡¿Que haces imbécil?! - le grito a Harry, y entonces cargo toda mi fuerza en mi pie y lo doy un fuerte pero seco pisotón. El se dobla del dolor, y yo me dirijo donde se encuentra Ryan.

- Tan rápido te decides preciosa – me dice con una sonrisa pícara.

- No hace falta ni decidirme. Lo que pasa es que el estúpido de Harry me ha roto el papel.

- Ten – Ryan me da otro papel con su número y un bolígrafo. Yo ya se lo que quiere, así que le apunto el mío en el brazo. - Adiós...

- Vanessa – le digo.

- Adiós Vanessa.

Me doy media vuelta y voy hacia los chicos, que ya se han sentado en una mesa. La más apartada de todo el mundo.

*Narra Harry*

- Y esto es un especial – le dice Ryan dándole el numero a Vanessa. Lo sé porque yo siempre uso ese as.

- Gracias – le dice ella, y le dedica una sonrisa que hace que me quede por primera vez en mi vida embobado. Entonces de camino a la mesa le cojo el papel.

- Trae eso – le digo a Vanessa. Le arrebato el papel y lo rompo hasta que veo que ya no se puede leer. Se gira hacia mi.

- ¡¿Que haces imbécil?! - me grita, y entonces cierra los ojos, y en un momento pienso que va ha llorar, pero de repente los abre y me da un gran pisotón en todo el pie.

Se da la vuelta enfurecida, y su pelo rubio me da en la cara. Se dirige donde está Ryan, y los demás y yo nos vamos hacia la mesa. Al cabo de cinco minutos viene y se sienta a mi lado.

*Narra Anna*

Después de la pequeña discusión entre Vanessa y Harry, vamos hacia una mesa, y nos sentamos en ella. Es la que queda más apartada de todas, pero los chicos lo han querido así.

Al cabo de cinco minutos viene Vanessa y se sienta al lado de Harry. Empezamos a comer. Como diría mi madre: Cada loco con su tema.

Niall y Claudia están hablando de... ¡Vaya sorpresa! De comida. Zayn y Cris, hablan del comienzo del curso. Estos dos no pueden ser más raros... Ya están pensando en el colegio. Bueno, solo para estar juntos. Sheila y Liam no se si hablaran por telequinesi... ¡Si es que más idiotas no pueden ser! De Sheila me lo esperaría, ya que siempre ha sido muy tímida, y no quiere enamorarse nunca, pero Liam tampoco ayuda mucho. Y Vanessa y Harry... Bueno... Ellos dos... Se están provocando por así decirlo. Harry tiene los puños cerrados, y Vanessa le va pasando la mano por la pierna haciendo que se estremezca. No puedo evitar reírme. Está chica no cambia. Me gustaría que nos explicara que fue lo que le paso hace tres años, ya que ella antes no era de esta manera. Antes tenía a un solo hombre para ella. Ahora a la menor oportunidad se los lleva a la cama.

- ¿Anna?

- ¿Eh? - le digo a Louis.

- Digo que si no tienes hambre – me dice riendo.

- No si que tengo, lo que pasa es que estaba en mi mundo.

- Annalandia – dice él riendo.

- No exactamente.

- ¡Zanahorialandia! - gritamos los dos y nos ponemos a reír.

- Me gusta haber encontrado a alguien tan parecido a mi – me dice Louis. Yo solo puedo mirar al plato de comida y intentar no sonrojarme.

*Narra Claudia*

Niall es un chico realmente encantador. Somos iguales. ¿Sabéis cuando dicen que siempre hay un doble en alguna parte del mundo? Pues yo he encontrado al mío. Niall me hace sentir muy especial. Como si no tuviese que preocuparme por nada.

- ¿No has pedido mucho? - le pregunto Niall, pero el no me responde – ¿Niall? Hola – le digo.

- Me has ganado – dice Niall.

- ¿Como?

- Comes más que yo – dice incrédulo, pero con una sonrisa.

Entonces volvemos a lo nuestro. A la comida. Nunca había encontrado a un chico que me entendiera tanto como Niall.

*Narra Cristina*

Empiezo a comer la ensalada que he pedido, y entonces me percato de que Zayn esta luchando por abrir un paquete de ketchup.

- ¿Que haces? - le pregunto riendo.

- No puedo abrirlo – me dice.

- Dame.

- No podrás – me dice dándome el paquete.

- ¿Apostamos?

- Si yo gano, me das un beso – me dice él – Y si tu ganas... Te doy un beso.

- Como quieras – digo riendo. Cojo el paquete y lo abro sin ningún tipo de esfuerzo – Ahí tienes. Lo estabas abriendo al revés genio – le digo.

- Espera. Has ganado. Un beso – me dice él, y se inclina hacia mi.

- Tengo ganas de que empiece el colegio – suelto de repente – Estaremos juntos a todas horas.

- Si, pero tendrás que venir conmigo de comprar – me dice.

- ¿Y eso?

- Me encanta tu ropa, pero ahora que iras al colegio con... chicos tengo que vigilar tu armario, y como alguien te toque. Lo mato.

- Te quiero – le digo.

- Y yo a ti.

*Narra Sheila*

- ¿Te gusta la comida? - me pregunta Liam.

- Si.

- ¿Cual es tu color favorito?

- Rojo.

- ¿Cuantos años tienes?

- ¡Puedes parar! ¡No te das cuenta de que no quiero hablar contigo! ¡¿Como te lo explico?! ¿Con señales?

- Bueno tranquila – me dice él, y vuelve a concentrarse en su hamburguesa.

*Narra Vanessa*

Esto me encanta. Hacer sufrir a los hombre es mi hobby favorito. Harry tiene una cara que con solo verla me pongo a reír. Creo que hoy nos vamos a ir a “dormir” temprano los dos.

Retiro mi mano de la pierna de Harry y me pongo a comer la ensalada como si nada.

- ¿Porqué haces esto? - pregunta cuando vuelve en si.

- ¿Hacer el qué? - pregunto inocentemente.

- Provocarme. Se te da genial.

- Gracias, es todo un cumplido.

- ¿Dónde vives? - pregunta mirándome fijamente.

- En una universidad – respondo cómo si fuera evidente, de echo lo es.

- Oh – parece que ha quedado sorprendido.

- Oye, eres un poco cortito ¿no? Vas a ir a la misma universidad que yo y hoy me has conocido delante. ¿No sabes encajar las cosas evidentes?

- Ohhhh, vaya es verdad. Pero bueno, da igual que sea corto, a ti te gusto igual.

- Claro – respondo antes de volver a ponerme a comer.

Harry también se pone a comer su hamburguesa y de repente noto una mano en mi pierna.

- ¿Que haces? - le pregunto a Harry.

- Normalmente soy yo el que tiene el control – dice acariciando mi pierna.

- Pues hoy no, conmigo vas a tener que acostumbrarte a lo contrario.

- No se me da bien adaptarte – responde consistente.

- Bueno – digo fingiendo desilusión.

Busco en mi bolsillo y saco el móvil y el papel con el número de Ryan.

- Voy a tener que buscarme a un chico que si sepa adaptarse a mis condiciones – digo empezando a marcar el número.

- No – dice Harry y coge el móvil de mis manos – Ya me adapto – dice susurrando.

- No te oigo – si, puedo ser muy mala.

- Que me voy a adaptar – dice un poco más alto vigilando que nadie mire.

- ¿Qué? - digo inocentemente.

- ¡Que me voy a adaptar, joder! - grita.

 - Ahora si que te oigo – digo con una sonrisa y miro a mi alrededor antes de volver a mirarle a él – Igual que todo el mundo.

- Esta me la vas a pagar rubia.

- Ya veremos.

- Esta tarde a las cuatro. Tu y yo. Cine.

- Hecho.

Vuelvo a fijarme en mi comida y empiezo a comer. Cojo el batido de vainilla y me lo bebo, cuando miro el reloj y me doy cuenta de que hora es escupo el batido.

- ¡¿Que haces Vane?! - grita Sheila.

- ¡Es la una de la tarde!

- ¡La una! - gritan las otras tres.

- ¡Llegaremos tarde a la universidad! - grita Cristina.

- Adiós chicos.

- ¡A las cuatro estoy en la puerta de tu universidad! - me grita Harry.