Capitulo III Para nosotras no existe eso llamado amor

*Narra Vanessa*

Harry y yo empezamos ha hablar, hasta que saco el tema de los chicos. Haber si pilla la indirecta, y empezamos ha hablar de que chicos nos gustan.

- Así que te gustan los chicos con el pelo rizado – me dice Harry.

- Hoy sí.

- ¿Como que hoy? - pregunta extrañado

- Pues eso, a lo mejor mañana me gustan los chicos con el pelo liso.

- Entiendo... - dice Harry un poco confuso.

- ¿Y a ti cómo te gustan las chicas?

- Pues... de todas formas – dice indiferente.

- ¿Osea que yo te gusto? - pregunta sin rodeos.

Él parece sorprenderse un poco, pero después parece volver a cobrar la compostura.

- Sí – contesta finalmente.

- Que bien, porque a mi tu también me gustas.

*Narra Anna*

- ¿Comida favorita? - me pregunta Louis.

- ¡Zanahorias! - contestamos al unisono riendo.

- ¿Color favorito? - me pregunta.

- Puede que el azul, o el naranja. La verdad nunca me he planteado cual es mi color favorito.

- ¿Enserio? Normalmente es una de las cosas en las que más piensas - me dice él.

- Puede ser, pero como según mis amigas soy más rara que un escrito en chino, pues no se que decirte.

Los dos nos ponemos a reír. La verdad me lo paso muy bien con Louis, pero entonces hay algo que hace que calle al momento.

- ¿Que ocurre? - me pregunta preocupado.

Solo me dedico a señalar hacia delante. Él sigue con la mirada donde señalo, y entonces abre los ojos como platos al igual que yo.

- ¡Pero bueno! - grito, y voy hacia Vanessa y Harry.

*Narra Harry*

- Así que te gustan los chicos con el pelo rizado – le digo para entablar conversación.

- Hoy sí - me responde ella mirándome.

- ¿Como que hoy? - pregunto extrañado

- Pues eso, a lo mejor mañana me gustan los chicos con el pelo liso.

- Entiendo... - digo en realidad sin captar nada.

- ¿Y a ti cómo te gustan las chicas?

- Pues... de todas formas – digo indiferente.

- ¿Osea que yo te gusto? - pregunta sin rodeos.

Me sorprendo bastante. ¡Woo! Esta chica no tiene vergüenza a nada. Ha esta chica me la tengo que llevar a la cama si o si. No se encuentran de estas todo los días, por no hablar a parte de que esta buenísima.

- Sí – contesto finalmente.

- Que bien, porque a mi tu también me gustas - me dice ella.

En ese momento ya no lo soporto más y me lanzo a sus labios. Ella corresponde rápidamente al beso. ¡Y vaya manera de besar! Se nota que esta chica no pierde el tiempo. No parece que nos estemos besando, más bien nos succionamos la boca. Entonces escucho un grito a lo lejos.

- ¡Pero bueno!

Siento como Vanessa se aparta bruscamente de mi, y al abrir los ojos me doy cuenta de que una de las chicas de antes... No recuerdo como se llamaba... La verdad no presté demasiado atención, ya que mis ojos estaban posados en el escote de Vanessa, y mis oídos en como hablaba con su amiga.

- ¡Anna! ¡Suelta mi pelo!

Vanessa se suelta de la tal "Anna" con un movimiento muy hábil para ser una chica, y entonces hace algo parecido a una llave de karate o taekwondo... La verdad, no estoy demasiado puesto en lo de las artes marciales, y entonces deja a Anna en el suelo.

- Mi pelo no se toca - dice ella poniéndose bien el pelo.

- Joder - digo yo.

- ¡Harry! - me regaña Liam.

- Lo siento, pero la ha dejado en el suelo en un abrir y cerrar de ojos.

*Narra Claudia*

- ¿Hace mucho que vivís aquí? - me pregunta Niall.

- No sabría decirte el tiempo exacto. Puede que dos años, no llegará a los tres.

- ¿Comida favorita? - pregunta Niall.

- ¡Toda! - grito – Menos la coliflor – hago una mueca de asco – Es horrible – Él se ríe conmigo.

- ¿La tuya?

- Absolutamente todo lo que se pueda comer – dice él.

Me río, y entonces me quedo mirando los ojos azules de Niall, al igual que el se queda mirando mis ojos verdes.

- Tienes unos... ojos muy bonitos – dice.

- Gracias – le digo mirando hacia a bajo.

- ¡Pero bueno! - grita alguien, que me parece que es Anna.

Me giro automáticamente, y solo me da tiempo a ver como Anna la coge del pelo... Mala jugada. Vanessa odia que la cojan del pelo. Dice que es lo mas sagrado en una persona. Pero bueno ella reacciona muy bien. Hace una llave de taekwondo, ya que ella lo practica y deja a Anna en el suelo. Niall y yo corremos hasta allí.

- ¿Que ha pasado? - pregunta Cristina.

- Que Anna me ha tirado del pelo – se defiende Vanessa.

- Anna... - empieza Sheila.

- ¡Anna! ¡De Anna nada! Ha sido ella – dice Anna señalando a Vanessa – Hace diez minutos que lo conoce y ya se lo va a tirar.

- Vanessa... - empieza otra vez Sheila.

- ¡Lo que yo haga en mi vida no te incumbe a ti! - le grita Vanessa.

*Narra Sheila*

- ¡Lo que yo haga no te incumbe a ti! - grita mi mejor amiga.

- Venga chicas vamos a calmarnos – empieza Cris – Anna, tu no te metas en la vida de Vanessa. Vanessa espera algo más para comerte la boca de Harry.

- Vale – dice Anna – ¡Lo siento amor! - le grita a Vanessa.

- ¡Yo también lo siento cariño! - grita Vanessa y las dos se abrazan.

Yo me aparto un poco de todas, pero entonces siento que alguien me pasa su brazo por mi hombro y me sobresalto. Me doy la vuelta y allí está aquel chico... ¿Dan? ¿Lan? ¿Lian? ¡Liam! Si, allí esta Liam.

- ¿Que haces? - me pregunta él – ¿Por que te has alejado del grupo?

- Primero: La pregunta, es: ¿que haces tu pasando tu brazo por mis hombros? La segunda: Me alejo porque me da la gana, y no tengo que darte ningún tipo de explicaciones.

Entonces me aparto bruscamente de él y me voy al lado de mis cuatro mejores amigas. La escena es algo rara. Cualquier chica querría estar en nuestro lugar. Cinco chicas paseando por la calle con seguramente los chicos más guapos del mundo, pero yo no. Estamos Vanessa y yo por un lado. El de rulos y Liam por otro. Y entonces las otras tres parejitas por otro.

*Narra Vanessa*

Seguramente estaréis pensado que Sheila y yo somos imbéciles. Muchas de vosotras pensareis que porque no estamos con Harry y el chico de la peca en el cuello cuyo nombre ya no me acuerdo. Que somos muy afortunadas porque los dos están buenísimos, y no lo discuto porque es verdad. Que que hacemos solas las dos. Pregunta fácil, respuesta fácil. Sheila y yo no creemos en el amor.